La importancia de colocar un rodapié cerámico

El rodapié es uno de los elementos más olvidados en cualquier construcción. Un elemento que a priori pasa desapercibido, pero que tiene más importancia de lo que pensamos y cumple diferentes funciones que no hay que olvidar. Además, vayamos donde vayamos siempre encontraremos un rodapié cerámico, de madera o de cualquier otro material de construcción.

No solo es un elemento decorativo o estético que podemos utilizar como complemento para nuestro pavimento, sino que también cumple su función constructiva, como veremos más adelante en este artículo, un elemento que da continuidad al suelo hacia la pared.

¿Qué es un rodapié?

Podemos definir el rodapié como un listón de madera, cerámica, porcelana u otro material que es colocado en el suelo de forma horizontal y en la parte inferior de las paredes. El objetivo es proteger a estas de golpes, y también decorarlas y tapar ese espacio pequeño que debe quedar entre pared y pavimento para que, al dilatarse las paredes por los cambios de temperatura, el suelo no se vea afectado y no se deforme. En cuanto a su etimología, el término rodapié se compone de dos raíces latines: roda que significa roto y pie que significa tiene el mismo significado en español al provenir de la raíz pes.

Como decíamos antes su importancia no suele valorarse y para ello debemos imaginar espacios o habitaciones amuebladas. Existen habitaciones sin muebles junto a las paredes que permiten una visión global del rodapié y otras estancias en las que esto no es continuo. Pero su función sigue siendo igual de importante.

La colocación de un rodapié no es una cuestión imprescindible, aunque sí recomendable. Actualmente los materiales utilizados, como el rodapié cerámico, tanto en el mundo de la construcción como de la decoración, son más estables y de mayor calidad cada vez.

También existen opciones mejoradas para aquellos casos en los que se decide no colocar ningún tipo de rodapié. Es cierto que hay formas de ocultarlos o de disimularlos en diseños o decoraciones en las que se busquen líneas más simplificadas, más lineales u originales, pero esto supone mayores efectos a la hora de la construcción y hay que valorar cuidadosamente si es lo que queremos y si es recomendable.

¿Para qué sirve un rodapié cerámico?

Para qué sirve un rodapié cerámico

Además de la función decorativa que todos podemos imaginar a simple vista, el rodapié cerámico tiene otras muchas utilidades que forman ese papel importante que tiene este elemento. Veamos las utilidades más importantes:

  • Tapar el hueco que deja el suelo y evitar deformaciones: lo explicábamos anteriormente, cuando se coloca un pavimento, este no se pega totalmente a la pared, si no que siempre se dejan unos centímetros o milímetros entre ambos. Esa pequeña ranura es la que ocupa el rodapié, que impedirá que el suelo se deforme con las dilataciones provocadas por los cambios de temperatura.
  • Mayor facilidad de limpieza: es habitual cuando barremos o fregamos, que pasemos el cepillo o fregona tocando el rodapié para apurar al máximo, lo mismo ocurre con la aspiradora, siempre acabamos golpeando algún rodapié cerámico. Si no estuviera colocado en ese lugar, siempre golpearíamos la pared, por lo que acabaría ensuciándose y rompiendo la estética de cualquier habitación de la casa. Además, la limpieza de un rodapié es muy sencilla, simplemente pasamos un trapo por encima para que se lleve el polvo que haya podido acumular este elemento.
  • Evita golpes en la pared: por la misma razón que antes, cuando realizamos una mudanza o montamos algún tipo de mueble, los golpes son inevitables, pero es mucho mejor que estos se produzcan sobre un rodapié y no sobre la pared que podría “desoncharse” o al menos, ensuciarse en exceso.
  • Tapar cualquier tipo de cableado: esta es otra de las funciones habituales y que quizás pasen desapercibida. Los rodapiés ocultan muchos cables de antena, teléfono o luz que deben ser llevados desde unos puntos a otros de la casa. En el caso de instalaciones posteriores a la construcción, también sirven de fijación para que esos cables pasen desapercibidos, yendo a ras del rodapié y permitiendo que prácticamente no se vean, sobre todo si son de colores similares.
  • Sensación de alineación total con la pared: no os mentimos si os aseguramos que no todas las paredes forman una recta completamente perfecta, no siempre son totalmente planas. Es difícil apreciar esta cuestión, pero se vuelve imposible cuando colocas un rodapié cerámico, ya que provoca una percepción aún más lineal de la construcción para el ojo humano.

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